El error ortográfico más grave que se puede cometer es y siempre será colocar una coma entre el sujeto de una oración y su verbo (o entre el verbo y el objeto). Tan aberrante es este error que se lo conoce como "la coma criminal", ya que escinde la unión más sagrada que existe dentro de la gramática de cualquier idioma, la que existe entre sujeto, verbo y objeto.

En otras palabras, es "Una sonrisa no siempre es la solución..." y no "Una sonrisa (coma) no siempre es la solución..."